miércoles, 17 de diciembre de 2008

"Salut d'amour"

Sunt tanar, doamna!

"Soy joven, señora" es un bello poema en rumano que encierra la pasión por la vida propia de la juventud, es un canto a la juventud misma y al momento presente. Creo que traducirlo equivaldría a estropearlo, así que quien quiera entenderlo, que aprenda rumano! :)



"Sunt tanar, doamna!" de Mircea Dinescu
Voce: Florian Pitis

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Sobre Dios y la moralidad

Uno de los argumentos con más éxito contra la existencia de Dios es la evidencia clara de que hay mal en el mundo, de que el inocente sufre. Sus defensores afirman que si de dos contrarios suponemos que uno sea infinito, este anula totalmente su opuesto. Ahora bien, el nombre o término "Dios" significa precisamente un bien infinito. Si, pues, hubiese Dios, no habría mal alguno. Pero hallamos que en el mundo hay mal, luego Dios no existe.

Mi intención no es defender a Dios, ni explicar el problema del mal en el mundo, que es, de hecho, un problema complicado. Lo que pretendo es llamar la atención a aquellos que aluden al argumento arriba mencionado para negar a Dios, hacerles ver que, en el fondo, ese argumento no es tan fuerte como pueda parecer a primera vista. Y es que para hablar de "mal en el mundo" es necesario que hablemos asimismo de la existencia del bien. No puedo juzgar una cosa como mala si desconozco qué es lo bueno. El concepto de "mal" tiene sentido si lo contraponemos al concepto de "bien"; si no, no cabe hablar de "mal". Ahora bien, los defensores del argumento en cuestión establecen como presupuesto la existencia del mal en el mundo. Dicen ellos: el mal en el mundo existe, lo cual prueba que un Ser infinitamente bueno no puede haber. Sin embargo, ¿cómo saben que el mal existe? ¿Qué es el mal? ¿Qué sentido tiene hablar del mal si no existe el Bien? Contestarán que el bien existe pero no es Dios. Entonces, ¿en qué se apoya la existencia del bien y del mal? ¿En el Bing y en el Bang, quizás? Sin Dios como cimiento o eje central, la moralidad se viene abajo, el mundo entero se viene abajo.

Cuando afirmo que sin Dios no puede haber moralidad en el mundo no me refiero a que no puede haber personas morales al margen de Dios, sino a que el concepto de moralidad en sí no tiene una base firme, no tiene sentido si no hay un Dios que justifique de alguna forma por qué hemos de diferenciar entre el bien y el mal. Los seres humanos tienen lo que denominamos conciencia, que les guía a la hora de actuar, y pueden hacer el bien sin necesidad de creer que hay Dios, simplemente con el fin de sentirse bien consigo mismos. Pero ¿por qué hay conciencia? ¿Cuál es la razón por la que hay signos de moralidad innata en el hombre?

Imaginemos que no existe ningún Dios, ninguna Inteligencia que lo haya organizado todo, y surge la vida de la nada... Si todo ha de reducirse de nuevo a la nada, si esto no es más que una casualidad... ¿por qué actuar moralmente? ¿Por qué no seguir fielmente todos nuestros impulsos y pasiones, que muchas veces son perversos, malvados? ¿Por qué denunciar el odio del mundo y a las "malas personas"? ¿Por qué denunciar el sufrimiento y el hecho de que mueran niños inocentes? ¿Cómo nos afecta eso a nosotros? Esa denuncia - si no hay Dios - no se apoya en nada, no hay pruebas y argumentos firmes que expliquen por qué eso ha de ser malo. ¿Por qué tenía que surgir una conciencia un anhelo de que reine el bien y una repugnancia por lo malo? ¿Esta avalancha de porqués puede desencadencar una explicación plausible, sin incluir a Dios? Lo dudo. Dirán que la moralidad es convención humana, no se nace con ella, no es un instinto, a pesar de haberse observado conductas morales hasta en los bebés. Bueno, también dicen que todo el Universo surge de una bolita que a saber qué hacía por ahí perdida...

Por otro lado, el concepto de amor tampoco tiene sentido sin un Dios que justifique su existencia. Amamos porque aún tenemos dentro algo que nos inclina a amar, porque hemos sido creados así. ¿Qué sentido tiene perdonar a alguien, sentir pena, ser tolerante con con errores ajenos, etc. etc.? No tiene ningún sentido, como bien decía Nietzsche. Los débiles han de perecer y sólo los más fuertes y capaces merecen vivir, para que el fenómeno llamado "vida" sea cada vez más perfecto, llegue a cumbres cada vez más altas con ejemplares humanos cada vez más capaces. Aunque tampoco le veo yo el sentido a esto de ir a más... cuando finalmente TODO desaparecerá. ¿Qué quedará de eso que ha llegado a más? Ni siquiera el recuerdo, porque no habrá quién lo recuerde.

La existencia de indicios de moralidad innata y de sentimientos tan profundos como el amor es una prueba más de que DIOS EXISTE.

domingo, 26 de octubre de 2008

Elogiu muzicii



Traiasca vesnic aceasta Arta, roadele ei sa depaseasca limitele timpului si barierele culturale, apele-i vrajite sa ne stinga intotdeauna setea de frumos! Impregnati-va celulele cu muzica, voi, muritorilor, mancati impliniri pe paine cu Mozart, stergeti praful zilelor cu Bach si tipati-va neputinta cu Mahler: veti uita mizerabila voastra conditie de fiinte trecatoare intr-un univers infinit, fiindca din fiecare clipa de muzica vor inflori vesnicii...
Si ce promisiune e mai buna pentru un muritor decat Eternitatea? ;)


MOZART Piano Concerto no. 23, 2nd mvt. - Horowitz

domingo, 18 de mayo de 2008

El precio justo

Por supuesto que no he dejado de creer en el hombre y en su potencial para llegar a ser algo más que un simple animal egoísta que vela por sus propios e innumerables - aunque vacíos - intereses. Pero a cada paso encuentras tanta miseria, tanto barro y tanta carne podrida que la auténtica grandeza se te antoja imposible. Aun así, yo seguiré luchando para poner mi grano de arena a disposición del viejo sueño de la humanidad, ese sueño que nos ha permitido seguir caminando por la historia, que nos ha hecho soportable nuestra trágica y profundamente aburrida existencia. ¿Que un sueño es solo una ilusión, una mentira? ¡Qué importa! Algo hay detrás. La propia existencia del sueño es prueba suficiente de que hay un trasfondo originario que lo justifica.

Puede que sea una ilusa. Pero hacer mucho caso a aquellas palabras que me fueron dichas cuando intentaba hacer de reconciliadora... ¿no sería cruel? ¿No significaría renunciar a mi creencia en que, a pesar de su pobreza de espíritu, el hombre lleva dentro algo que trasciende el mundo percibido por los sentidos y en que eso puede llegar a triunfar sobre todas las adversidades? No, no renunciemos todavía a creer.

Y sin embargo... ¿por qué como un lejano eco resuenan en mí aquellas palabras: "No le pongas mayor precio, no le pongas mayor precio de lo que vale, Viorelo."?

Puede que sea una ilusa, sí.

martes, 13 de mayo de 2008

Pax magna

De ce-n aprinse dimineţi de vară
mă simt un picur de dumnezeire pe pământ
şi-ngenuchez în faţa mea ca-n faţa unui idol?
De ce-ntr-o mare de lumină mi se-neacă eul
ca para unei facle în văpaia zilei?

De ce în nopţi adânci de iarnă,
când sori îndepărtaţi s-aprind pe cer
şi ochi de lupi prădalnici pe pământ,
un glas îmi strigă ascuţit din întuneric,
că dracul nicăieri nu râde mai acasă
ca-n pieptul meu?

Pesemne - învrăjbiţi
de-o veşnicie Dumnezeu şi cu Satana
au înţeles că e mai mare fiecare
dacă-şi întind de pace mâna. Şi s-au împăcat
în mine: împreună picuratu-mi-au în suflet
credinţa şi iubirea şi-ndoiala şi minciuna.

Lumina si pacatul
imbratisandu-se s-au infratit in mine-ntaia oara
de la-nceputul lumii, de cand ingerii
strivesc cu ura sarpele cu solzii de ispita,
de cand cu ochii de otrava sarpele pandeste
calcaiul adevarului sa-l muste-nveninandu-l.

Lucian Blaga

miércoles, 30 de abril de 2008

Dor

Nu pot uita linistea noptilor de vara romaneasca in care imi auzeam inima soptind.

"Cuando miro el azul horizonte
perderse a lo lejos,
a través de una gasa de polvo
dorado e inquieto,
me parece posible arrancarme
del mísero suelo
y flotar con la niebla dorada
en átomos leves
cual ella deshecho.

Cuando miro de noche en el fondo
oscuro del cielo
las estrellas temblar como ardientes
pupilas de fuego,
me parece posible a do brillan
subir en un vuelo
y anegarme en su luz, y con ellas
en lumbre encendido
fundirme en un beso.

En el mar de la duda en que bogo
ni aun sé lo que creo;
sin embargo estas ansias me dicen
que yo llevo algo
divino aquí dentro."

Ce ma mai mistuie dorul aurului din clipe!

*

Intr-o noapte de iarna spaniola am iesit dupa aur. Un aer rece, patrunzator ma despartea de visare. Mi-am ridicat ochii spre Nemarginire si Necunoscut ca atunci, dar un gand ce-mi spargea timpanele inabusea soaptele inimii…

Eu sunt pamanteana, vazduhule, nu ma pot contopi cu tine. De ce ma chemi neobosit? Iti place sa ma chinuiesti. Stii bine ca te doresc, dar eu nu sunt decat un bufon al firii, pe cand tu… tu ai origini ceresti! Nu-mi mai pune in inima imposibilul, lasa-ma in mocirla mea. Mi s-a urat de tine, vazduhule!

*

Ce ma mai mistuie dorul aurului din clipe!...

domingo, 9 de marzo de 2008

En el corazón de la Tierra hay un vacío con forma de dios

Paradójicamente, a medida que en nuestra sociedad aumentan las respuestas (gracias a la labor de la ciencia), la pregunta "¿por qué?", tan vieja como el mundo, emerge de las profundidades de las almas humanas cada vez con más fuerza, con más urgencia... ¿Cuándo se cansará el cielo de sembrar silencios?

No quiero y no puedo creer del todo en el sinsentido. De ninguna forma mi razón termina de aceptar que no existe una realidad transcendente que dé pleno sentido a la existencia del hombre (es más, la razón y un impulso interior me chillan, me gritan que hay algo, aunque ahora no lo entienda del todo).

No concibo al hombre sin Dios, sin Creador. Porque si me parece imposible aceptar que su físico, su cuerpo - con sus infinitas complejidades, con su infinita sabiduría - haya sido producto del puro azar, me parece más que imposible si cabe que lo que el hombre es por dentro, esto es, todas sus vivencias interiores, sus pensamientos, sus sentimientos, su voluntad, todo eso, carezca de una causa y un fin últimos. No puedo entender cómo la materia (surgida a saber de dónde) se ha podido juntar por azar para dar lugar al cerebro, base de ese mundo interno tan complejo y maravilloso que aún se desconoce lo que es. Yo no puedo descifrar un pensamiento estudiando el impulso nervioso que acaba de pasar del axón de una neurona a las dendritas de otra. ¡Y menos descifrar un sentimiento! Creo que añadir millones y millones de años no es la solución para explicar cómo se ha llegado a semejante complejidad. Por otro lado, tampoco puedo entender que exista un alma inmortal independiente del cuerpo, pues no habría "mundo interior" sin un corazón físico que oxigene el cerebro; no habría mundo interior sin el mundo exterior físico, sin ese aire que ahora acaricia mi piel, pero que al respirarlo hará posible que se desencadenen las reacciones químicas necesarias para que yo pueda tener un pensamiento. Todo esto es demasiado complejo, señores. En un universo en el que la entropía aumenta irremediablemente, es decir, la materia tiende al desorden, a la descomposición en componentes, donde la energía tiende a disiparse, van y aparecen las estructuras más ordenadas y encima surge la vida, que es un excelente estado de orden, algo extraordinariamente improbable. La vida prácticamente viola la segunda ley de la termodinámica. Tras una explosión de letras - valga la analogía - estas van cayendo y se van colocando de tal manera que al final queda escrita en el suelo toda la obra "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", con buena letra y mucho arte. ¿Cómo creer en una casualidad tan grande? ¡Pero si hay que tener más fe para creer eso que para aceptar que el mundo ha sido diseñado y punto! "El Quijote" tiene un autor - ¡pues el mundo (millones de veces más complejo y bonito que "El Quijote") igual! No puedo sino concluir afirmando rotundamente que hay Dios creador, sea quien sea, sea como sea. Mi razón y un impulso irrefrenable me obligan a hacer esa afirmación y ninguna otra, a pesar de no comprender aún muchas cosas. A pesar de que a la pregunta "¿por qué?" se nos conteste "porque Dios habló", a pesar de que seamos tan aficionados de la soberbia, de que aun no hayamos sido capaces de llegar a ser lo suficientemente humildes como para aceptar ese porqué sin rechistar, debemos creer que existe un Creador si queremos considerarnos seres cuerdos.

Ahora bien, una cosa es creer que hay Dios creador y otra muy diferente, creer en Dios o tener fe en un Dios que atiende con cariño al hombre, que se interesa por su vida, un Dios personal. Superar la sensación de sinsentido, de que todo está regido por el determinismo natural, de que Dios está de vacaciones, generada por el silencio divino es todo un reto. El hombre quiere respuestas concretas e inmediatas, quiere pruebas para creer. La irritante lejanía del Ser Supremo nos lleva a la desesperación, a concienciar lo pequeños e insignificantes que somos en este universo, a rendir culto al relativismo y al azar, a creer que Dios - si existe - es alguien que está ahí pero que no afecta nada a nuestro mundo, que no determina qué es lo bueno y lo malo, y que, en definitiva, no hay ni bien ni mal. Sin embargo, ¿por qué hay leyes en nuestro mundo? ¿Por qué hay moralidad? ¿Por qué esta tendencia a poner límites, reglas y preceptos morales? ¿Por qué siempre hay consecuencias tras una llamada "mala acción", consecuencias como el sufrimiento propio del que la comete o el sufrimiento ajeno? ¿En qué se basa el Estado para prohibir y castigar el crimen, el maltrato físico, etc.? ¿Con qué derecho me detendría a mí la policía si matara a un hijo mío recién nacido? Es mío, la naturaleza me ha permitido tenerlo, a la especie no le ocurre nada si yo mato el ejemplar al que yo misma he dado vida. ¿Cómo se come eso del respeto a la dignidad humana? Si no hay Dios para justificar lo que pasa (no solo lo que hay) en el mundo - tanto lo malo como lo bueno - no puede haber moral. Es imposible. Kant lo dijo muy bien. El sinsentido y la moralidad no son compatibles. Sin una causa extrínseca a este mundo que dé base a la moral ninguna ley tiene sentido, lo del bien y el mal es una ilusión y a mí nadie me va a convencer de que hay acciones buenas y otras malas si no existe un Dios que es más que mero Creador, un Dios que justifica el bien y el mal, el blanco y el negro, así como el gris y demás colores intermedios; un Dios, por tanto, implicado en el mundo.

A mi entender, tener una fe auténtica implica necesariamente un cambio radical en la manera de ser del creyente, una conversión real, una irrupción de amor en su vida. El que ose afirmar que cree en Dios debe llegar a sentir amor. Si no es así, uno se autoengaña. Es muy duro, pero su fe no sirve de nada. Eso es ser "templado", cuando es preferible ser o frío o caliente. Si eres "frío" un día podrás volverte caliente, pero si eres "templado" y vives creyendo que eres caliente, es mucho más difícil abrir los ojos. San Pablo, hombre de gran fe, dijo una vez que aunque tuviera fe no sería nada si no tuviera también amor. ¿Será - entre otras cosas - porque es posible que la fe como tal puede ser una opción elegida solo porque a uno le conviene más ("recuerda, te espera una vida eterna allá arriba"), por amor a la rutina, a la vida fácil que ofrecen las organizaciones religiosas actuales? Sería una fe engañosa, aparente. Dios, sin embargo, quiere que vayamos a él por amor, que no le tratemos como a un objeto siempre disponible del que hemos de servirnos cuando estemos en problemas, que no le exijamos que nos conteste a nuestras soberbias preguntas (nacidas del limitado universo humano), sino que a pesar de todo, le amemos. "[El amor] todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo aguanta." ¡¿¡Cómo puede pedir a unos seres ciegos, ahogados en su propio yo, en su egoísmo y en sus placeres, que pelean y se muerden los unos a los otros por elevarse a sí mismos en la escena del mundo, que amen a un Dios que no ven por encima de todas las cosas y a su prójimo como se aman a ellos mismos!?! No nos pide concretamente que creamos en su existencia, que le recemos todos los días, que frecuentemos las iglesias y que estudiemos la Biblia, que todo el mundo nos caiga bien, que seamos amables con todos, etc. etc., ¡nos pide que le amemos! Y amándole a él, amaremos a todos nuestros amigos y enemigos, a los desconocidos, a todos. Y amándole a él, no nos harán falta reglas y preceptos humanos absurdos, él nos enseñará a poner los límites, él se lo dirá a nuestra conciencia y nosotros le obedeceremos porque le amamos...

Y sabremos que vamos por buen camino cuando estemos resignados, reconciliados con su silencio, cuando bajemos la cabeza y, a pesar de todo, nuestra felicidad y nuestra paz interior sea continua, aunque haya altibajos. La conversión comienza por comprender y aceptar con humildad la realidad de la condición humana, entender que lo propio de la criatura es amar incondicionalmente a su creador, al igual que lo propio del hijo es amar a sus padres. Esta actitud de sencillez espiritual, de disponibilidad, humildad y agradecimiento es lo que prepara el terreno para que la semilla de la fe germine y pueda crecer en el hombre. Pero en general se prefiere "vivir la vida", una vida "light", llena de excesos, sin compromisos morales; rebelarse, ser diferente y si puede ser, único, "culto", pretender que Dios "baje fuego del cielo" para que creamos en él. No se plantea en general la cuestión de si esa aparente indiferencia del Creador responde tal vez a un respeto profundo por el libre albedrío del ser humano... Con su actitud de soberbia el hombre ya ha elegido, por lo que en vano pide fuego del cielo.


La fe es lo que da sentido a la vida y el amor, lo que da sentido a la fe. Una vida sin fe es una vida vacía, una fe sin amor es pérdida de tiempo...

viernes, 18 de enero de 2008

Pachelbel forever



Ese Pachelbeeelll... :)))

martes, 8 de enero de 2008

Nocturno

"Me gustaría haber sido una flor, una rosa", ronda por mi cabeza.

En la ciudad que llevo dentro es de noche y ha nevado. Camino por sus calles sin nombre y me encuentro con gente sin identidad. Camino sin rumbo, pero he de caminar. Me pregunto por qué me han traído aquí.

Es un laberinto la ciudad que llevo dentro.
Es de nieve el laberinto. De nieve que yace oscura y vieja.
Pero acaba de salir el sol: ha salido como antaño...

Aunque yo sigo pensando lo mismo de antes: prefiero ser flor.

Dijo Darío:

"Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente."

Hoy Darío vibra en mí.

Los Reyes Magos no existen

Esta vez pedí a los Reyes Magos, señores, unas cuatro cosillas un tanto difíciles de conseguir, "aunque para ellos no lo será", pensé, "pues por algo son Reyes y Magos". Así tendría el argumento definitorio para demostrar categóricamente su existencia o su inexistencia, según los resultados. Alentada por este razonamiento, pedí, señores, lo siguiente:

- Que me fuera posible helar el tiempo.

- Que cuando dijera "Tierra, trágame" la Tierra me tragara (y cuando yo quisiera me dejara libre).

- Que a mis oídos les crecieran párpados para poder controlar lo que entra por ellos y para probar las delicias de un silencio cuasiabsoluto.

- Que se inventara estos días la pastilla del olvido (para olvidar, no para dejar de olvidar) y que no fuera muy cara. ¡Ah! y sin efectos secundarios, por lo que el alcohol, las drogas o la muerte quedaban excluidas.

El día de Reyes me desperté ilusionadísima, pero ni el tiempo se heló a mis órdenes, ni la Tierra me tragó. Y seguía teniendo dos párpados. Ante estos primeros resultados perdí la esperanza de que algún día pueda olvidar lo que quiera cuando quiera.


Dadas estas circunstancias, señores, yo no me corto ni un pelo y afirmo tajantemente que ¡los RRMM no existen!

– ¡Oooooh!

¡Así que exijo que se me devuelva el dinero gastado en tinta y papel para escribirles!

(Aplausos y ovaciones)