miércoles, 12 de noviembre de 2008

Sobre Dios y la moralidad

Uno de los argumentos con más éxito contra la existencia de Dios es la evidencia clara de que hay mal en el mundo, de que el inocente sufre. Sus defensores afirman que si de dos contrarios suponemos que uno sea infinito, este anula totalmente su opuesto. Ahora bien, el nombre o término "Dios" significa precisamente un bien infinito. Si, pues, hubiese Dios, no habría mal alguno. Pero hallamos que en el mundo hay mal, luego Dios no existe.

Mi intención no es defender a Dios, ni explicar el problema del mal en el mundo, que es, de hecho, un problema complicado. Lo que pretendo es llamar la atención a aquellos que aluden al argumento arriba mencionado para negar a Dios, hacerles ver que, en el fondo, ese argumento no es tan fuerte como pueda parecer a primera vista. Y es que para hablar de "mal en el mundo" es necesario que hablemos asimismo de la existencia del bien. No puedo juzgar una cosa como mala si desconozco qué es lo bueno. El concepto de "mal" tiene sentido si lo contraponemos al concepto de "bien"; si no, no cabe hablar de "mal". Ahora bien, los defensores del argumento en cuestión establecen como presupuesto la existencia del mal en el mundo. Dicen ellos: el mal en el mundo existe, lo cual prueba que un Ser infinitamente bueno no puede haber. Sin embargo, ¿cómo saben que el mal existe? ¿Qué es el mal? ¿Qué sentido tiene hablar del mal si no existe el Bien? Contestarán que el bien existe pero no es Dios. Entonces, ¿en qué se apoya la existencia del bien y del mal? ¿En el Bing y en el Bang, quizás? Sin Dios como cimiento o eje central, la moralidad se viene abajo, el mundo entero se viene abajo.

Cuando afirmo que sin Dios no puede haber moralidad en el mundo no me refiero a que no puede haber personas morales al margen de Dios, sino a que el concepto de moralidad en sí no tiene una base firme, no tiene sentido si no hay un Dios que justifique de alguna forma por qué hemos de diferenciar entre el bien y el mal. Los seres humanos tienen lo que denominamos conciencia, que les guía a la hora de actuar, y pueden hacer el bien sin necesidad de creer que hay Dios, simplemente con el fin de sentirse bien consigo mismos. Pero ¿por qué hay conciencia? ¿Cuál es la razón por la que hay signos de moralidad innata en el hombre?

Imaginemos que no existe ningún Dios, ninguna Inteligencia que lo haya organizado todo, y surge la vida de la nada... Si todo ha de reducirse de nuevo a la nada, si esto no es más que una casualidad... ¿por qué actuar moralmente? ¿Por qué no seguir fielmente todos nuestros impulsos y pasiones, que muchas veces son perversos, malvados? ¿Por qué denunciar el odio del mundo y a las "malas personas"? ¿Por qué denunciar el sufrimiento y el hecho de que mueran niños inocentes? ¿Cómo nos afecta eso a nosotros? Esa denuncia - si no hay Dios - no se apoya en nada, no hay pruebas y argumentos firmes que expliquen por qué eso ha de ser malo. ¿Por qué tenía que surgir una conciencia un anhelo de que reine el bien y una repugnancia por lo malo? ¿Esta avalancha de porqués puede desencadencar una explicación plausible, sin incluir a Dios? Lo dudo. Dirán que la moralidad es convención humana, no se nace con ella, no es un instinto, a pesar de haberse observado conductas morales hasta en los bebés. Bueno, también dicen que todo el Universo surge de una bolita que a saber qué hacía por ahí perdida...

Por otro lado, el concepto de amor tampoco tiene sentido sin un Dios que justifique su existencia. Amamos porque aún tenemos dentro algo que nos inclina a amar, porque hemos sido creados así. ¿Qué sentido tiene perdonar a alguien, sentir pena, ser tolerante con con errores ajenos, etc. etc.? No tiene ningún sentido, como bien decía Nietzsche. Los débiles han de perecer y sólo los más fuertes y capaces merecen vivir, para que el fenómeno llamado "vida" sea cada vez más perfecto, llegue a cumbres cada vez más altas con ejemplares humanos cada vez más capaces. Aunque tampoco le veo yo el sentido a esto de ir a más... cuando finalmente TODO desaparecerá. ¿Qué quedará de eso que ha llegado a más? Ni siquiera el recuerdo, porque no habrá quién lo recuerde.

La existencia de indicios de moralidad innata y de sentimientos tan profundos como el amor es una prueba más de que DIOS EXISTE.