martes, 22 de noviembre de 2011

Cositas

Resulta curioso verse una de repente envuelta por la melancolía, acordarse de otras épocas y, como consecuencia, encontrarse a sí misma releyendo su antiguo blog y preguntándose quién es la persona que ha escrito todo eso.

Y es que cómo nos cambia la vida. No me refiero a que de ser negro te vuelves blanco, ni a "cambios" propiamente dichos, sino a determinados matices que vas adquiriendo a medida que se van acumulando tus experiencias y percepciones del mundo, de manera que al encontrarte cara a cara con elementos del pasado te preguntas... eso, quién es la persona que ha escrito todo eso. Y lo mismo te preguntarás en el futuro sobre quién eres hoy.

No soy de pensar que "cualquier tiempo pasado fue mejor", ni de vivir anclada en épocas anteriores (tampoco es que tenga un pasado en el que quiera vivir anclada :D), pero sí considero necesario volver de vez en cuando los ojos atrás precisamente para poder vivir mejor en el presente. Esta reflexión puede no ser relevante para quien considere que el pasado debe ser totalmente desechado, que el olvido te aligera los pasos, que es un acto de higiene necesario para proseguir tu camino. Olvidas, igual que si te limpiaras las manos. Esta idea, tomada solo en parte, es muy útil. Si se sigue al pie de la letra, sin embargo, se corre el riesgo de caer en el autoengaño. Huir del pasado es huir de sí mismo, eludir enfrentamientos consigo mismo para dejar de pensar casi implica dejar de ser y renegar cualquier forma de autenticidad.

Del contraste con el pasado aprendes a evaluar si has vivido como querías, si tu caso es un caso de evolución o... no. El pasado está vivo y cambia en función de lo que nos pasa en el presente. Algunos recuerdos se extinguen o dejan de tener importancia, mientras que otros adquieren un nuevo enfoque, una nueva luz, según lo que somos hoy. Necesitamos, pues, los recuerdos no para volver al pasado (porque somos unos viejitos) sino para aprender, para colocarnos mejor en el presente y mejorar nuestro futuro.

2 Comments:

Anónimo said...

Justo 2 años después de tu ultima entrada.

Viorela said...

Pues sí! Ahora caigo, jaja.